In the magical canvas of Erika Alfiero, art and the Mayan worldview intertwine their threads, giving life to "Coz, The Falcon and the Rabbit." Inspired by the lunar energy of the falcon and the rabbit, the work stands as a tribute to the ancient Mayan lunar calendar, revealing the artist's mastery in merging cosmic concepts with artistic expression.
In the lunar cycle of Coz, the falcon, spirituality, strength, visionary power, concentration, freedom, aspirations, longings, and desires come forth, granting intensity, determination, and a sense of victory to the cosmic dance of life. The observant gaze of the falcon, a symbol of perception and loyalty, is reflected in every stroke, while its serenity and ethics imbue the canvas like a cloak of ancestral wisdom.
The crystal moon of Tzub, represented by the rabbit, unfolds radiating mischief, joy, and romance. The rabbit, regulator of fear, balances the work with prudence and humility, embodying life, fertility, and agility both physically and mentally. Its presence, alongside the falcon, creates a symphony of characteristics that intertwine like the threads of a cosmic fabric.
In its splendor, the work reflects the unparalleled charisma of these Mayan zodiac signs, guided by the lunar energy of intuition and the constant presence of God, Hunab-Ku, the butterfly, who, like them, accompanies us on our journey through life. In this artistic journey, Erika Alfiero merges art with the Mayan worldview, reminding us that for the Maya, time is art, and in every brushstroke, our cultural legacy resonates. The duality of the falcon and the rabbit in this work is a reminder that life is a cosmic dance where art becomes the purest expression of our connection with the universe.

En el lienzo mágico de Erika Alfiero, el arte y la cosmovisión maya entrelazan sus hilos, dando vida a "Coz, El Halcón y el Conejo". Inspirada en la energía lunar del halcón y del conejo, la obra se erige como un tributo al ancestral calendario lunar maya, revelando la maestría de la artista al fusionar conceptos cósmicos con expresión artística.
En el ciclo lunar de Coz, el halcón, trae consigo la espiritualidad, la fortaleza, el poder visionario, la concentración, la libertad, aspiraciones, anhelos y deseos, otorgando intensidad, determinación y un sentido de victoria a la danza cósmica de la vida. La mirada observadora del halcón, símbolo de percepción y lealtad, se refleja en cada trazo, mientras su serenidad y ética impregnan el lienzo como un manto de sabiduría ancestral.
La luna cristal de Tzub, representada por el conejo, se despliega irradiando travesura, alegría y romance. El conejo, regulador del miedo, equilibra la obra con prudencia y humildad, encarnando la vida, fertilidad y agilidad tanto física como mental. Su presencia, junto al halcón, crea una sinfonía de características que se entrelazan como los hilos de un tejido cósmico.
En su esplendor, la obra refleja el carisma inigualable de estos signos zodiacales mayas, guiados por la energía lunar de la intuición y la constante presencia de Dios, Hunab-Ku, la mariposa, quien, al igual que ellos, nos acompaña en nuestro transitar por la vida. En este viaje artístico, Erika Alfiero fusiona el arte con la cosmovisión maya, recordándonos que para los mayas, el tiempo es arte, y en cada pincelada resuena nuestro legado cultural. La dualidad del halcón y el conejo en esta obra es un recordatorio de que la vida es una danza cósmica donde el arte se convierte en la expresión más pura de nuestra conexión con el universo.

Erika Alfiero Art®
Todos los Derechos Reservados ®
ERIKA LOURDES CABALLERO FLORES, 2023 ©
alfieroart