Rodolfo Abularach: “Para mí, a veces, hay hasta reverencia cuando me pongo a pintar frente a la nada en la tela blanca”

Entrevista Periódico Prensa Libre: 26 de Mayo de 2002

Rodolfo Abularach: “Para mí, a veces, hay hasta reverencia cuando me pongo a pintar frente a la nada en la tela blanca”

Si algo identifica la obra de Rodolfo Abularach es su honesta actitud ante el arte.

Es uno de los más importantes artistas plásticos del país, cuenta con importantes distinciones nacionales e internacionales tales como un primer premio en dibujo en la V Bienal de Sao Paulo (1959) y otros en Estados Unidos, Madrid, Venezuela y Colombia.

No obstante haber recibido becas de estudio en Nueva York y Washington, (Fundación Simon Guggenheim y en la Unión Panamericana). ¿Es cierto que se considera autodidacta?

  • Exacto, en cierta forma yo he sido casi totalmente autodidacta. Me fui con una beca que me dio Mario Alvarado en 1958, porque me habían dado el premio centroamericano en el 57. Fui a Nueva York. Estuve en el Art Student’s League un semestre haciendo grabado. Me fui por un año. La otra parte del año, más o menos en julio, recibí una bolsa, una beca de un mes para visitar museos dentro de los Estados Unidos. Saqué muchos apuntes. Curiosamente de todos esos apuntes salió algo muy interesante. Me entusiasmé tanto que empecé a hacer dibujos grandes en el suelo rac, rac, con plumilla (con uno de estos ganó el premio en la Bienal de Brasil). Se hizo la exposición en la Unión Panamericana en el 59, con suerte que tuvo buena repercusión en Washington?. 

¿Qué tanto trabajó el grabado después?

  • Cinco meses más o menos estuve en Art Student’s League, fue lo que me dio el empujón del conocimiento del grabado. Me dieron la beca de la Unión Panamericana en 1962. Me la prorrogaron un año. Me dieron del 62 al 64. Conocí mucha gente del grabado. Eso me dio una base increíble. Saqué todos los grabados que tenían que ver con la época más abstracta anterior a los ojos y posterior a lo que estamos hablando, del 63 al 68, casi 70, porque ahí estaba como que quería hacer los ojos. De Washington me fui a Pittsburgh con otros amigos pintores a ver la bienal cuando le dieron el premio al famoso catalán Tapia, claro, una revelación ver la textura. Muchos de los pintores empezaron a trabajar con la materia, lo matérico. Yo también fui uno de los que se metió en eso y cuando mandé mis cuadros aquí mejor no les cuento la falta de aceptación tan horrenda, porque con los mismos cuadros que hice fueron a El Salvador y allí me dieron el premio en 1959?.

Después vino la toda la onda matérica de los Vértebra

  • Claro, ya ves, allí ya están tratando…(ríe)?

¿Desde cuándo viene su influencia mística?

  • Más o menos en el año 55, aquí en Guatemala, mi hermano había comprado unos libritos de esos que tratan sobre temas místicos, filosofía hindú, filosofía esotérica, teosofismo y empecé a leer mis cositas. Allí empecé mis primeros tanes con el yoga. Lo seguí haciendo, pero no con la intensidad con que lo hice muchos años más tarde?.

¿Qué tan profundo ha calado esto místico en su obra?

  • Por ejemplo, yo creo que los ojos salen de centros magnéticos (muestra el cuadro de uno de sus primeros ojos). Este ojo es el vacío señalado perfectamente en el mero centro del ojo, para mí es un objeto de concentración.
  • Pero sí, todo el principio de los ojos que he hecho hasta ahora es un principio basado, primero, en un centro en donde la luz cuenta mucho. Como un enfoque a un mundo que pasa la ventana, por eso decía que el ojo para mí es una ventana y el párpado la cierra o la abre y adentro hay un planeta y muchas veces hay un lucero que cruza y cae en alguna parte del ojo, o lo traspasa o se mete dentro del agujero. No. Si es fascinante?.

La nada también se ve en uno de sus cuadros recientes, que no es un ojo

  • Uno pinta las cosas porque las siente, sino qué sentido tendría, mejor poner una fábrica de algo, o de hacer cuadritos, también se puede. Hay muchos que lo hacen. Para mí, a veces, hay hasta reverencia cuando me pongo a pintar frente a la nada en la tela blanca. En una época, en Nueva York, en los años 60, en que era tan místico el asunto me daba mucha pena poner cualquier trazo en una tela porque le estaba quitando la belleza de lo blanco?.

¿Y los bosques, de dónde surgieron?

  • Los bosques en llamas, o guerras, o los ángeles caídos, que tengo una serie de ellos, sólo de ver el mundo de afuera es suficiente, no hay que explicar mucho para darse cuenta de cuál es el meollo del asunto?.


Fuente: https://www.prensalibre.com/vida/rodolfo-abularach_0_55794792/