La artista, influenciada por su infancia en las selvas de Colombia marcadas por el conflicto y la biodiversidad, desarrolla una obra que nace de su conexión profunda con la naturaleza y el conocimiento indígena. Su trabajo combina exploración en el campo y técnicas mixtas en el estudio para crear retratos de bosques que reflejan relaciones ecológicas, sociales y espirituales. Usa una paleta monocroma con detalles dorados como crítica a la destrucción ambiental. Recientemente ha incorporado materiales naturales y colaboraciones locales en esculturas, buscando fomentar intercambios sostenibles y honrar los ciclos de la tierra.