Frida y Villaurrutia

El trabajo de Arturo Elizondo ha sido promovido en México por la galería OMR y la galería Ramis Barquet de Monterrey, paralelamente en el extranjero por Grace Borgenich Gallery y Annina Nosei Gallery de Nueva York y en Barcelona por la galería Berini. Actualmente colabora con Annina Nosei en Bencivart Gallery en Pesaro, Italia.

Sus obras se encuentran en museos como The Metropolitan Museum (N.Y.), y es miembro del Sistema Nacional de Creadores (SNI) desde 2003.

En el repertorio evocativo de Elizondo desfilan el fotógrafo Romualdo García, el grabador José Guadalupe Posada, Frida o Zapata, pinturas anónimas del siglo XIX, cromos de almanaques o revistas ilustradas. Todo esto, más las referencias autobiográficas lo emparenta con la obra de Dulce María Núñez, personalidad sobresaliente en la corriente neomexicanista. Los distancia la voluntad crítico-expresiva de ella y la inclinación por una dulzura lopezvelardiana, muy bien sostenida en las composiciones que Elizondo soluciona por acumulación, segmentación, superposición o fragmentación.

Ha integrado con estos personajes, un sofisticado álbum de familia en el que se mezclan el hombre de hoy con el niño de ayer, dentro de un contexto histórico y cultural identificable como mexicano. Mexicanos son los paisajes, los objetos cotidianos, los muebles, los gestos, las flores, las ceremonias, el Santo Niño de Atocha, las esculturas prehispánicas, los charros, los alacranes, los magueyes. La conjunción más o menos desarticulada de elementos dispersos en tiempo y espacio tiene como adhesivo la nostalgia. Para sentirla, para cultivarla en profundidad, para pulirla estéticamente Elizondo se instaló lejos de México, en Nueva York (“Aquí mi identidad no ha cambiado, mi pintura ha evolucionado y mi tristeza por lo que sucede en México ha crecido... No he buscado ni me ha interesado zafarme de mi raíz () De lejos, la nostalgia y el recuerdo dan otro tipo de acercamiento a la memoria tanto visual como emocional... No encuentro tan fácil las cosas, no tan a flor de piel, y si uno busca algo, aún en medio de las dificultades, es porque de veras lo necesita”).