Se presentan dos voces, una perteneciente al saber popular, el cual es el discurso dominante, vinculado a la cotidianidad, al humor y al albur y otra perteneciente a la biomedicina, que se presenta como interferencia, ambas voces están presentes en primer término. De acuerdo al discurso indirecto e indirecto, se presentan dos sujetos encarnando ambos discursos: los empleados y dueños de locales comerciales como los restaurantes y las personas que visitan estos lugares. Estos sujetos se comunican mediante un discurso popular que se apropia de elementos de origen biomédico y los pone en juego mediante el humor y el albur, evidenciando el mediano cumplimiento de las normas y de esta manera validando las medidas preventivas del COVID-19 como correctas frente a la incapacidad e ignorancia de los sujetos de acatar correctamente las normas de prevención, esto se ve reforzado mediante el uso del acordeón de manera más prolongada en momentos relacionados con las desventajas que provoca usar el cubrebocas (las cuales provocan que la gente no lo utilice bien) o la falta de cumplimiento real del control de la temperatura en establecimientos. Así pues, es el humor el que conecta ambos discursos que funcionan como dispositivo medicalizador. El saber popular se apropia del saber biomédico mediante el humor para replicarlo, contrario al video del cobycoby (video 30 de esta lista) en donde el saber popular se apropia del mismo discurso biomedico y otros más mediante el humor pero para cuestionarlos, de forma distinta, en el video 5 de esta lista, es el propio discurso biomédico que se apropia de otros elementos ajenos a él para autovalidarse, claramente sin la presencia del humor.
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